Consejos para no perder velocidad de reacción
Mientras usamos la moto, ya sea en carretera o durante un viaje, hay muchos factores que pueden influir en la velocidad de reacción del conductor. Elementos como el tiempo de conducción, la velocidad, lo que hayamos comido antes, si estamos cansados… Todos ellos, especialmente si aparecen juntos, pueden hacer que disminuyan nuestros reflejos y perdamos velocidad de reacción, lo que puede terminar resultado en un susto. En este post hablaremos de unos cuantos consejos que puedes seguir para no notarte fatigado en la moto, y asegurar una conducción sin percances.
Lo primero que debemos saber es qué es la velocidad de reacción. Cuando nos referimos a este término, hablamos del tiempo que tarda una persona a reaccionar ante un estímulo en carretera, sea bueno o malo. Un ejemplo es el de frenar o girar al encontrar un obstáculo inminente.
La velocidad
Cuando estamos conduciendo, la velocidad puede influenciar en nuestro tiempo de reacción. A fin de cuentas, velocidad= espacio/tiempo. Encontrarnos ante una situación imprevista a una mayor velocidad va a restarnos tiempo de maniobra. Por ello, nuestra recomendación es estar siempre pendiente del límite de velocidad de cada zona y adecuarnos a él, además de reducirla si nos encontramos en zonas concurridas, como en ciudad. Reducir la distancia es igual a ganar tiempo y espacio para que un frenazo brusco sea una suave y segura maniobra.
La alimentación
Los hábitos alimentarios y la dieta pueden influir no solo en nuestra salud del día a día, sino que pueden afectar a nuestra velocidad de reacción y, por ende, a nuestra conducción. Un conductor que sienta pesadez estomacal se sentirá más lento y torpe que otro que vaya con el estómago ligero. Recomendamos consumir alimentos como ensaladas, frutas, cereales, frutos secos… Todos aquellos que forman parte de una dieta variada.
Una alimentación inapropiada puede suponer una mayor fatiga, y los alimentos con mucha grasa o con ingredientes picantes requieren un gran esfuerzo del metabolismo para llevar a cabo la digestión. Eso sí, debemos evitar comer tanto en exceso como en escasas cantidades. Deberemos nutrirnos para cubrir todas nuestras necesidades calóricas.
Medicamentos
Existen muchos tratamientos que pueden provocar somnolencia o cansancio. Desde medicamentos de prescripción médica a algunos otros de venta libre, como antiestamínicos. Fármacos para la ansiedad, anticonvulsivos o algunos antidepresivos pueden ser causa de síntomas como mareos, vista nublada o ralentización de los reflejos. Si es vuestro caso, nuestra recomendación es la de hablar con vuestro médico, y pedir indicaciones para el medicamento concreto que estéis utilizando.
Dormir bien
Conducir con sueño es tan peligroso como hacerlo ebrio. Es una frase que hemos oído mucho y que, en la práctica, es cierta. Las cifras de Tráfico en Carreteras nos muestran que el cansancio y la somnolencia son el motivo de más de 100.000 accidentes al año. Si hay un enemigo claro de la velocidad de reacción, ese es el cansancio. Para combatirlo, no solo buscaremos tener un buen hábito de sueño y descansar bien por las noches. También deberemos efectuar paradas cada dos horas. Con este simple gesto, podremos no solo reducir las posibilidades de distracción, sino que también reaccionaremos más rápido en caso de que hubiera un susto.
Estos son nuestros consejos para que nuestra velocidad de reacción no se resienta mientras conducimos, y lleguemos a nuestro destino sanos, salvos y tranquilos. Si lo que buscas es una conducción segura, además de seguir todos estos consejos, te recomendamos que viajes acompañado de los mejores cascos, complementos y accesorios para viajar protegido.